Tour de 10 dias desde Casablanca

Llegada al aeropuerto de Casablanca. Tras reunirnos con el conductor, nos dirigiremos a su hotel para descansar antes de embarcarnos en un breve recorrido turístico por Casablanca, el centro económico y la ciudad más cosmopolita de Marruecos. Visitaremos la Mezquita Hassan II, una de las más grandes del mundo.

Tras desayunar en su hotel, viaje a Rabat, capital de Marruecos y una de las ciudades imperiales del país. Visitaremos la mayoría de los lugares de interés de la ciudad. Oudaya, la antigua Medina, Shalla y la Torre Hassan. Después de comer, nos dirigiremos a Chefchaouen (la ciudad azul). Es una de las ciudades más bellas y fotogénicas del mundo. Recorreremos las magníficas calles de la ciudad, luego visitaremos la mezquita española y disfrutaremos desde allí de la impresionante puesta de sol.

Desayuno en el hotel y check-out. Traslado a Volubilis, a unas 3 horas de viaje desde Chefchaouen. Exploraremos las ruinas de Volubilis (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), fundada en los años 40 a.C. Es uno de los monumentos mejor conservados de la época romana.

Es uno de los monumentos de la época romana mejor conservados del norte de África. Las ruinas son enormes y están esparcidas por preciosas praderas verdes. Cuenta con magníficos edificios administrativos, palacios y baños decorados con impresionantes mosaicos. A continuación viajaremos a Meknes, una de las ciudades imperiales. Haremos una rápida visita de la ciudad y almorzaremos antes de dirigirnos a Fez para pasar la noche.

Visitaremos la capital cultural y religiosa del Reino. Se sumergirá en la mágica atmósfera de una ciudad medieval oriental, caminando por las torcidas y estrechas calles de la antigua Medina, y conociendo los numerosos monumentos históricos y arquitectónicos que adornaban la antigua capital del Reino de los Sultanes de las dinastías Meriní y Alauí.

La mayoría de estos monumentos son magníficos ejemplos del estilo arquitectónico morisco. Visitará la mezquita Bu Inanya, las madrasas (universidades musulmanas), la plaza Nejarin y la Fuente. Se encontrará en los barrios artesanales, donde los artesanos del cuero y la cerámica utilizan la tecnología transmitida por sus abuelos y bisabuelos, cuyos secretos se guardan cuidadosamente de generación en generación. Luego iremos al barrio judío, que sigue existiendo hoy en día. Demuestra la coexistencia de las dos comunidades: Musulmanes y Judíos.

Hoy salimos hacia el desierto. Después de desayunar, haremos el check out y viajaremos a Merzouga. Es uno de los trayectos más largos, aproximadamente 7 horas, pero disfrutaremos de la variedad de paisajes. En la ruta, nos detendremos en Ifrane, que posee una naturaleza y un clima europeos, parques con lagos y chalés, una estación de esquí y abundancia de nieve en invierno, lo que le ha valido el sobrenombre de «Suiza marroquí». En nuestra ruta hacia Azrou, pararemos en Ifrane para observar los espectaculares cedros del Atlas y dar de comer a los monos salvajes. Los monos son sociables y disfrutan cuando se les da de comer. Parada para almorzar en Midelt. Nuestro camino continuará por el cañón y el valle del río Ziz, y al acercarnos a Er-Rashidia, el terreno cambiará a desierto.

Tras desayunar en el hotel, nos reuniremos con un conductor de 4×4 para una aventura por las dunas, seguida de una taza de té con los nómadas del desierto para conocer su estilo de vida. Más tarde, nos dirigiremos a Khamilia para ver actuar a Gnaoua. Llegaremos al pequeño asentamiento de Merzouga, al pie de las dunas de arena blanca. Por la tarde, montaremos en dromedario hasta un campamento en el desierto con cómodas camas, duchas individuales y aseos. Por la noche, comeremos comida marroquí, tocaremos tambores alrededor del fuego y escucharemos canciones bereberes en el desierto. Además, contemple el cielo nocturno despejado y sus estrellas.

Nos levantaremos con los primeros rayos de la mañana para contemplar el amanecer sobre las impresionantes y silenciosas dunas de arena. ¡Este será uno de sus recuerdos más vívidos de Marruecos!
Después del desayuno, regresaremos a Merzouga y continuaremos hacia Dades. Por el camino, pasaremos por Rissani, donde se encuentra «La Fábrica de Fósiles», donde podrá observar los diversos fósiles por los que es famosa esta región. Después de unas 3 horas, nos detendremos para hacer una foto panorámica en la pintoresca ciudad de Tinghir, enclavada en medio de un gran oasis de palmeras. A continuación, nos dirigiremos a la famosa garganta del Todra, donde pasearemos y almorzaremos en un restaurante local. Continuaremos nuestro recorrido por el impresionante pueblo de Dades.

Hoy haremos una breve excursión a las Gargantas del Dades antes de continuar hacia Ouarzazat. Pasaremos por Mgouna, donde todos los años se celebra la fiesta de la rosa. Continuaremos nuestro viaje hasta el oasis de Skura. Es un exuberante oasis de palmeras atravesado por múltiples ríos. A continuación nos dirigiremos a Ouarzazate, que se encuentra a 30 minutos de Skura. A veces se hace referencia a esta ciudad como el «Hollywood de Marruecos» porque ha acogido muchas películas históricas. La Kasbah Taurirt es uno de los lugares históricos de la ciudad; podemos visitar la Kasbah antes de dirigirnos al Museo del Cine y a los Estudios Cinematográficos Atlas.

A continuación, haremos una corta excursión a Ait Ben Hadou, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO que atrae a muchos visitantes porque es donde se rodó Juego de Tronos. Después de nuestra estancia de 1 hora, viajaremos a Marrakech por las montañas más altas del Atlas, Tizi n-Tishka, a una altitud de 2260 m (3,5-4 horas sin contar las pausas). Haremos paradas fotográficas por el camino. Se trata de una de las carreteras más pintorescas de Marruecos, con vistas a exuberantes valles fluviales, asentamientos de adobe y antiguas ruinas de kasbah. Después conduciremos hasta Marrakech. Podremos descansar en el hotel, y usted podrá pasar tiempo a solas.

Tras el desayuno en el hotel, dedicaremos todo el día a conocer la ciudad medieval de Marrakech, la «Perla del Sur». Debido a que la ciudad fue una de las capitales del Reino durante los reinados de las tres dinastías de sultanes marroquíes, cuenta con un gran número de museos e hitos arquitectónicos. Cada monumento de la ciudad es una obra de arte. Dedicaremos toda la mañana a conocerlos (la Mezquita Koutoubia, el Pabellón Manara rodeado de olivos, las tumbas de los sultanes saadíes, el Palacio Bahía, el Palacio El Badii y los Jardines Majorelle). Después del almuerzo, explorará el mercado más colorido de Marruecos y la emblemática plaza Jemaa El Fna. Se trata de un auténtico teatro al aire libre donde podrá ver encantadores de serpientes, curanderos, hechiceros, fruteros y vendedores de especias poco comunes.

El último día de su viaje de diez días desde Casablanca, dispondrá de tiempo libre antes de ser trasladado al aeropuerto para regresar a su país.

Chefchaouen, también conocida como la Ciudad Azul de Marruecos, es uno de esos destinos encantadores que hay que ver al menos una vez en la vida. Enclavada en las montañas del Riff, sus edificios azules y sus encantadoras callejuelas adoquinadas deberían estar en el itinerario de Marruecos de todo el mundo.

La ciudad es relajada, con preciosas casitas encaladas, pintorescas tiendas, cafés al aire libre y vistas que parecen estar a la vuelta de cada esquina. Chefchaouen, a menudo conocida como la «Perla Azul» de Marruecos, es un lugar increíble que no se parece a ningún otro del planeta. Así que, tanto si se queda un día como varios en Chefchaouen, hay un montón de cosas estupendas que hacer.

Marrakech es la cuarta ciudad más grande de Marruecos. Actualmente es la capital de la región centro-suroccidental de Marruecos, Marrakech-Safi. Esta ciudad, habitada por agricultores bereberes desde el Neolítico, es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos. En este artículo analizaremos la historia, la ubicación y el clima de Marrakech, así como los rasgos que la distinguen de sus homólogas imperiales. También explicaremos por qué Marrakech es un destino turístico ideal.

Casablanca fue un éxito de crítica y público cuando se estrenó en 1942-1943, y sigue siendo querida y apreciada décadas después. Casablanca ocupó el segundo lugar en la encuesta de 1998 del American Film Institute sobre las 100 mejores películas estadounidenses, solo por detrás de Ciudadano Kane. En una encuesta comparable de la BBC de 2015, había descendido al noveno puesto, justo por detrás de Psicosis, pero sigue siendo una actuación impresionante para una película en blanco y negro de presupuesto medio de la década de 1940. La historia del exiliado estadounidense Richard Blaine (Humphrey Bogart) y los refugiados políticos Victor Laszlo (Paul Henreid) e Ilsa Lund (Ingrid Bergman) en el Marruecos francés es única y oportuna. También es una historia legendaria y casi universal, como sugiere Umberto Eco (véase Mito y psicoanálisis), entre otros.